La maderoterapia se basa en el uso de instrumentos de madera, como era de esperar, con diferentes formas, tamaños y diseños que se adaptan a los recovecos de nuestro cuerpo para realizar diversos tipos de masajes mejor de lo que lo harían las manos o los dedos.
El rodillo liso, la copa sueca y la tabla modeladora son los instrumentos más comunes utilizados. El primero permite activar el sistema circulatorio y linfático en la zona masajeada y estimular el sistema nervioso periférico, lo que facilita la eliminación de adipocitos. La copa sueca se usa para reducir la grasa localizada y modelar zonas concretas como cintura, abdomen, muslos o glúteos. La tabla modeladora sirve para tonificar y modelar las zonas más delicadas de la piel y ayuda a drenar la grasa y a eliminar toxinas.
Además de esta variedad de herramientas, la maderoterapia también presenta una buena variedad de tratamientos distintos, dependiendo de la zona del cuerpo y la finalidad del masaje.
Con la maderoterapia de busto se consigue remover y drenar la grasa, aparte de moldear y aumentar el volumen de los pechos. En el caso de la maderoterapia corporal, el masaje puede realizarse con fines estéticos para eliminar la grasa y modelar la figura, como terapia relajante para reducir el estrés o como fisioterapia, aliviando molestias musculares y articulares.
Pero si lo que buscas es mejorar tu imagen, tus mejores opciones son la maderoterapia facial, que reafirmará y tonificará tu rostro, reactivando la producción de elastina y colágeno, y la maderoterapia anticelulítica, que reducirá la grasa acumulada, activará la microcirculación en la zona tratada y favorecerá la eliminación de líquidos.